Compromís wassal għal kriżi fil-Gvern minn Ximo Puig u jolqot lill-Ministru tal-Agrikoltura għall-kritika tagħha

El presidente de la Generalitat Valenciana, el socialista Ximo Puig, ha cesado este martes por sorpresa a su hasta ahora consellera de Agricultura, Mirella Mollà -de Compromís-, tal y como le han pedido sus socios de gobierno. En concreto, ha sido la vicepresidenta autonómica, Aitana Mas, quien ha trasladado al jefe del Consell -quien tiene la potestad de hacer estos movimientos- la decisión de su formación en una conversación mantenida entre ambos en el Palau de la Generalitat.

Mollà será reemplazada en el cargo por Isaura Navarro, que cesará como secretaria autonómica de Salud Pública de la Conselleria de Sanidad -donde ha tenido que hacer frente a la pandemia- para ponerse al frente del departamento autonómico de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica. Navarro “constituye un perfil político y de gestión de primera línea”, según han indicado en un escueto comunicado de Presidencia.

Imagen del archivo de la nueva consultora de Agricultura, Isaura Navarro

Imagen de archivo de la nueva consellera de Agricultura, Isaura Navarro ROBER SOLSONA

En el mismo escrito remitido a los medios, se indica que este relevo llega poco después de que Aitana Mas -sucesora de Mónica Oltra, que dimitió en junio- haya cumplido cien días en el cargo, periodo tras el que “considera que hace falta hacer cambios que apuesten por la unidad dentro del Consell, que requieran estabilidad y cohesión ante el difícil contexto socioeconómico”.

«Esta situación -añaden- obliga al Gobierno valenciano a requerir en la aprobación de los presupuestos y en el desarrollo de las políticas transformadoras del Botànic -PSPV, Compromís y Unides Podem-, particularmente las vinculadas a la protección social de las familias y las empresas valencianas”.

Precisamente, las fuentes consultadas por ABC fijan la resistencia de la exconsellera de Agricultura a dar luz verde al proyecto de las cuentas públicas autonómicas de 2023 -consensuado por el tripartito- como el último desplante que ha colmado la paciencia de la vicepresidenta y le ha llevado a dar un golpe sobre la mesa ante la pérdida de confianza en Mollà. Según esas fuentes, esta última habría exigido modificar las partidas destinadas a Educación e Igualdad -departamentos dirigidos por Compromís- en beneficio del suyo.

A Mireia Mollà, que accedió al Consell tras las elecciones de 2019 y pertenece al mismo partido que Mas, Oltra y Navarro -Iniciativa- dentro de la coalición, le agradecen «su y esfuerzo dedicación estos años». Desde su entorno califican esta decisión, comunicada por teléfono este mismo martes por la tarde, de incomprensible e injustificada.

Su salida del Ejecutivo que lidera Puig llega apenas una semana después de que destapara la caja de los truenos en su formación – en un contexto de máxima división interna- por unas declaraciones en la que reclamaba a las otras dos consellerias implicadas en la tramitación de instalaciones de energías renovables “los mismos esfuerzos” y “compromiso” que estaba realizando la suya para acelerar una “transición energética justa y sin impactos” e “impulsar las tramitaciones de plantas de menos de 50 megavatios”.

Un dardo que no nos cayó bien lo de los departamentos correspondientes: Economía (Compromís) y Política Territorial (PSPV). Mas, como portavoz del Consell, pidió que huyera de “tensiones y personalismos” en este asunto. Mientras, la síndica de Compromís en las Cortes Valencianas, Papi Robles, también dismarcó de esas críticas y defendió el “rigor” en la gestión de sus compañeros de Gobierno: “Vísteme despacio que tengo prisa. Hagámoslo bien, que de aquí a unos años nos arrepentiremos […] Milagros en Lourdes”.

Con la actual crisis de Gobierno, el Consell afronta su tercer cambio en catorce meses, ocho antes de las elecciones forecast para mayo de 2023, con algunas encuestas dibujando un escenario de impate técnico entre los blocs de la izquierda y la derecha que sería más difícil que nunca la reedición del pacto progresista.