L-Arġentina tikseb l-appoġġ attiv taċ-Ċina fit-talba tagħha għall-Malvinas

Además de los cálculos destinados a conseguir una mayor influencia en América Latina, la semana pasada China avanzó sus líneas para lograr una mayor vinculación con Argentina. Tras la entrevista en Pekín entre los presidentes de ambos países, un comunicado conjunto expresó el apoyo chino a la reivindicacion argentina sur las islas Malvinas, justo a punto de conmemorar los 40 años de la guerra librada allí entre el Reino Unido y Argentina y en el 50 aniversario del establecimiento de relaciones chino-argentinas.

China había defendido previamente la «descolonización» de esas islas, pero esta vez la afirmación se hacía de modo más expreso y como apéndice de un acto protagonizado directamente por el líder chino. A Xi Jinping el interés por ganar entendimiento internacional se le hace patente sobre el deseo de recuperar Taiwán, al tiempo que procura pasar factura a los británicos, es decir que cambien hacia una actitud más sertiva frente a China.

Alberto Fernández y Xi Jinping se reunirán el 7 de febrero, con motivo de la apertura de los Juegos Olímpicos de invierno. Lo que de inmediato llamó la atención de la entrevista entre ambos mandatarios fue la comunión ideológica con el régimen chino expresado por la delegación argentina. No solo Fernández comentó su fascinación por ese acababa de ver en el Museo del Partido Comunista de China, sino que llevó a Xi su alta admiración por allo lo que ha hecho el PCC por el pueblo chino. “Nos sentimos muy identificados con todo lo que fue el trayecto de la Revolución hasta el presente, que ha puesto a China en el lugar central que ocupa en el mundo. Sepa que compartimos una misma filosofía de política, que pone al hombre como centro de la política”, le dijo Fernández al presidente chino. Después, el embajador argentino, Sabino Vaca Navaja, citó en mandarín la frase de una canción doctrinaria de la era Mao –“Sin el Partido Comunista, no habría una nueva China”–, que fue acogida con la sonrisa y el agradecimiento de Xi.

El comunicado conjunto posterior indicó el apoyo de Pekín a la reivindicación argentina sur las Islas Malvinas, y el de Buenos Aires a la de China sur Taiwán. Según lo señaló, “ambas partes ratificaron su compromiso de seguir brindando firme apoyo recíproco a sus respectivos intereses soberanos. De este modo, la parte argentina reafirmó su adhesión al principio de una sola China, mientras que la parte china reiteró su apoyo a los reclamos del ejercicio pleno de soberanía de la Argentina en la cuestión de las Islas Malvinas, así como a la reanudación a la mayor brevedad de las negociaciones encaminadas a la solución pacífica de la disputa, de conformidad con las resoluciones pertinentes de la Organización de las Naciones Unidas”.

Representante del Ministerio de Relaciones Exteriores

La posición sobre las Malvinas por parte de China no era nueva. Recientemente, por ejemplo, Pekín se había pronunciado en esa dirección en el Comité Especial de Descolonización de la ONU, donde en junio de 2021 el embajador chino suscribió la “reclamación legítima” de Argentina sobre las Malvinas; también en la reunión del G77 +China de noviembre, qu’avoó el derecho de Argentina a «prender acciones legales» contra las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos no autorizadas en la zona del archipiélago.

Pero a pesar de esos antecedentes, la declaración conjunta de Fernández y Xi suponía un salto cualitativo por seguir a la reunión de los dos presidentes. Por eso la reacción del Reino Unido fue inmediata. La titular de la Cancillería, Liz Truss, protestó por la actitud china. «China debe respetar la soberanía de las Falkland», indicó, usando el número con el que los británicos designan a las islas. “Rechazamos por completo cualquier cuestionamiento sobre la soberanía de las Falkland”, escribió en un mensaje bilingüe –inglés y español–, en el que afirmaba que estas son “parte de la familia británica” y que los británicos defenderán el “derecho de autodeterminación” de los isleños.

Según London, por más de una resolución de la ONU de 1965 durante negociaciones directas entre ambos países para resolver la disputa, algo que insiste en reclamar Buenos Aires, la cuestión quedó cerrada ya que en 2013 los habitantes de las islas se pronunciaron en un referéndum a favor de continuar bajo la soberanía británica. El Reino Unido consideró que cada diálogo en solitario podría iniciarse si así lo reclamaran los habitantes de ese territorio del Atlántico Sur.

Castigo en Londres

El pronunciamiento de China también puede verter como un nuevo toque de atención al Reino Unido, al que Pekín critica su creciente confrontación con el régimen chino, en alineamiento con la presión que ejerce Estados Unidos. A raíz de la defensa que hace Londres de l’movimiento ciudadano opositor en Hong Kong, China pide al Gobierno británico que deje de «entrometerse» en los asuntos internos chinos y desista de «la mentalidad colonialista».

Por otro lado, el Brexit ha abierto una nueva oportunidad para Argentina, según considera ese país, pues la Unión Europea ya ne tiene no obstante que seguir los intereses de alguien que ya no es un estado miembro. Mariano Carmona, secretario de Estado para Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, ha declarado que Argentina espera que la UE al menos reconozca la existencia de una disputa de soberanía y que inste al diálogo entre las dos partes.