Álvaro Martínez៖ ប្រសិនបើ La Cibeles និយាយ…

ធ្វើតាម

Una década llevaba un personaje más bien secundario, un ‘fontanerito’ calificado en el PP de Madrid, desde que se estrenara, eso sí, con un papel protagonista en cuyo trágico incidente ocurrido en Cuba le ha llevado a una cárcel habanera y al opositor Oswaldo Payá a la tumba. Sus primeras declaraciones fueron al ‘Washington Post’ inmediatamente después del accidente, lo que era entrar por la puerta grande en la agenda mediática. Desde entonces, Carromero ha salido en casi todas las fotos del partido en Madrid, extra sin frase audible en el exterior pero cuya voz porque siempre susurró algo entre bastidores de la primera planta de Génova, donde tiene su sede el PP de Madrid, y

en el Ayuntamiento, donde entró la era Gallardón. Y es ese silente papel el que le ha acabado su fama de ‘intriguent’, habitante por lo general de las zonas de sombra, que desde su entorno niegan pues insisten en que se trata de un militante más. Pero ese bisbiseo ha estallado en alarido tras su presunta participación en la ‘operación Ayuso’, consistente según los expertos genoveses en evitar que lleguese a presidir el partido en Madrid a través de que al ‘hermano Tomás’ le sacaran cantares de comisionista. Todo por lo bajini ya veces con cicuta. Y esa silente condición le sigue acompañando pues tanto su dimisión como su baja en la militancia del PP no fueron por él anunciadas sino a través de fuentes ‘populares’. Fuentes por aquí, fuentes por allá. Si La Cibeles Hablase…