Xavi ak paranoya nan zèb la

El Barcelona se juega las semifinales de la Europa League, por lo que ganará al Eintrach en el Camp Nou (21.00 horas / Movistar+) tras perder su tiempo en Alemania. Disponga el equipo azulgrana del factor campo a favor, que no solo contempló el apoyo de la afición local, sino que par los Catalanes tiene un plus al disputarse sobre la alfombra verde del coliseo culé. Un elemento nada baladí para Xavi Hernández, que ya ha vuelto a su paranoia. En el partido de Frankfurt, como en los viejos tiempos, ya se quejó del estado de la hierba. “El césped no nos ha ayudado, no circulaba bien el balón”, se lamentaba en la sala de prensa del Deutsche Bank Park.

Las alusiones al estado del terreno de juego ha sido una constante en la carrera futbolística del egarense desde que, tras una lastimosa derrota en el Nuevo Zorrilla en marzo de 2014, le échara la culpa al césped con idéntico discurso al empleado tras el empate en Frankfurt . “El césped no nos ha dejado hacer nuestro juego”, expuso. Una justificación que provocó aficiones rivales al apodaran ‘el jardinero’. Apelativo que justificó incluso en Catar, ya como técnico, explicando que “en el fútbol es muy importante el césped”. Por este motivo es habitual verle examinar el campo cada vez que llega a un estadio, en los momentos previos al partido que su equipo debe disputar. En función de la altura y la humedad del césped, el catalán ha percibido el partido que el espera.

Hay que recordar que ya como futbolista, el juego de Xavi se basó en asistir a sus compañeros, imprimir velocidad al balón y precisión a los pases. Para ello entendió que necesitaba un terreno en perfectas condiciones y cuando no se cumplió le generó cierta frustración y no dudaba en exponerlo. No es un secreto que muchos equipos tratan de contrarrestar el juego del Barcelona con un césped al límite del reglamento en altura y sin utilizar demasiado los aspersores, ya que cuanta más agua, más rápida va la pelota.

Todo lo contrario sucede en el Camp Nou y Xavi hizo referencia a ello ayer en dos ocasiones, dándose cuenta de nuevo la importancia de que para él tiene el estado del terreno de juego, que ordena regar antes del partido y colgante el descanso. “Tenemos que mejorar, sobre todo, las pérdidas de pelotas, que les activan. Debemos ser más pulcros. Mañana (por hoy) jugamos en casa y el campo estará muy bien. No tendermos esa excusa”, empezó explicando. Insistir en la idea: “Hay que ser más responsable con la pelota y no tener los necesarios. Son pedidas que no podemos tener a este nivel. También es cierto que en Frankfurt el campo no estaba bien, pero mañana sí lo estará. Hay que mejorar en pérdidas y atacar los espacios que generen cuando salga un central suyo. Atacar mejor y defender mejor”.

La Europa League es uno de los objetos que marcó al Barcelona muy pronto e inesperadamente eliminado de la Champions League. Además del incentivo deportivo que tendrá ganar la competición, el club azulgrana podría paliar parte de las pérdidas generadas en los saldos de esta temporada. Ganar el torneo europeo reportaría 14.4 millones de euros (3.3 que ya lleva acumulados, 2.5 por pasar a semifinales, 4.6 por jugar la final y otros cuatro por ganarla), lejos aún de los 20.2 que tenía presupuestados por alcanzar los cuartos de final de la Champions . Además, la concesión tiene la oportunidad de competir en la Supercopa de Europa y ganará 3,5 millones al año, más que otro millón si el dinero. Todo sin perder de vista el estado del césped, que es el mismo para los dos contendientes de turno y la obsesión de Xavi hasta la caricatura.