Ultimatum soti nan Vox rive nan Almeida: Si amann pou machin ki pi polisyon yo pa sispann, pa pral gen bidjè.

La ruptura interna del Grupo Mixto, el comodín que José Luis Martínez-Almeida ha utilizado el último año para sacar adelante ordenanzas clave, como la de Movilidad y los presupuestos municipales, ha dejado a PP y Cs sin opciones. Tendrá que negociar sí o sí con Vox para poder sacar adelante las cuentas del año que viene, imprescindibles para la puesta de largo antes de las elecciones de mayo. Vox lo sabe. Y lo va a aprovechar. El concejal portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, ha anunciado en pleno municipal que si no suspende las restricciones a los vehículos A (los que carecen de etiquetas de la DGT, es decir, los de gasolina anteriores al 2000 y los diesel matriculados antes de 2006) y los industriales hasta que los tribunales no resuelvan los recursos por ellos interpuestos no se sentarán a negociar el presupuesto de 2023. Pide quitar la de Ucrania C. Barcala PSOE y Más Madrid recurrirán el auto judicial que ‘borra ‘ las insignias de la fachada ‘Es una línea roja’, ha advertido. Ese “gesto de humanidad, social y de ayuda ante situaciones de alarma es la condición mínima para sentarse a negociar el presupuesto”, ha apuntado, informa Europa Press, después de renombrar la estrategia Madrid 360 como “Madrid 360 días de multas”. Ortega Smith ha tachado de “incoherente” al Almeida, puesto que de no aceptar sus condiciones, incumpliría sus promesas de campaña y los acuerdos de investidura con la formación que le hizo alcalde. A cambio en la ley del cambio climático – que obliga a las ciudades de más de 50,000 habitantes a tener una zona de bajas emisiones – llevó al gobierno municipal de PP y Cs a cambiar el paso. Ante la negativa de Vox a negociar, Almeida abordó la brecha abierta en Más Madrid para pactar con los cuatro ediles díscolos que se escindieron del partido de Rita Maestre para pasar al grupo mixto. Sin embargo, un año después la situación está aún más fracturada: Marta Higueras, la que fuera mano derecha de Manuela Carmena, ha decidido emprender camino por su cuenta. Con los tres votos restantes no sería suficiente para sacar adelante los presupuestos. Almeida, consciente de la apretada situación en la que se encuentra, respondió a Ortega Smith que su línea roja para sentarse a negociar los presupuestos es “legalmente imposible”: “Nos ha puesto una pistola en el pecho para sentarse a negociar”.