Dè milye de patikil toksik tonbe sou fòm lapli sou plizyè pwovens Kiba

En el cuarto día de incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas (Cuba), las autoridades, con la ayuda de equipos y especialistas de México y Venezuela, funcionan para contenerlo. Hasta el momento, unos 2.800 metros cuadrados de superficie están envueltos en llamas y tres de los ocho tanques han colapsado, un cuarto depósito se encuentra afectado por las llamas.

El informe oficial y las funciones de gobierno apuntan como causado un radio que cayó en la tarde del viernes sobre uno de los tanques, con alredor de 26 mil metros cúbicos de combustible (50% de su capacidad), y que el sistema de pararrayos no es suficiente. Sin embargo, la propagación del fuego, aún fuera de control, pudiera deberse a negligencias del régimen.

Fuentes locales confirman que esta es la teoría de la caída del rayo sobre el tanque, pero que los pararrayos no se ocultaron correctamente, y lo mismo sucedió con el sistema anti incendios: “la bomba de agua estaba rota y la de espuma estaba vacía”, relató el corresponsal en Matanzas del medio independiente Cubanet, Fabio Corchado.

Debido a la falta de transparencia de las autoridades cubanas, la mayor parte de las informaciones se obtiene a través de la prensa oficial, la única que tiene acceso a las fuentes y a la zona del desastre. Los medios extranjeros acreditados depende también de la versión de las autoridades y la prensa independiente trata de acceder, pesa al coso de la policía política, a los relatos de los protagonistas. “Hay mucho miedo, sobre todo los familiares de las víctimas. Tienen mucho miedo a hablar. Están recibiendo una gran presión”, aclaró Corchado.

Incertidumbre y temor

El lunes las autoridades informaron que son catorce y no diecisiete los desaparecidos como se había notificado inicialmente tras la explosión del segundo tanque en la madrugada del sábado. Dos de ellos fueron hallados latermente entre los heridos en los hospitales y un cuerpo, de un bombero de 60 años, ya ha sido encontrado.

El martes medios locales identificaron a uno de los desaparecidos, un joven de 20 años que cumplió el Servicio Militar Obligatorio. Precisamente, se especula que varios de los desaparecidos sean jóvenes de entre 17 y 21 años, los primeros bomberos enviaron a sofocar el fuego, con materiales insuficientes para hacer frente a un incendio de tales proporciones. Esto, unido a la incertidumbre respecto al fin del siniestro, ha advertido el malestar entre los matanceros.

Según la información oficial, hasta el momento, en la provincia hay 904 personas evacuadas en instituciones estatales y 3.840 en casas de familiares y amigos.

Además de la propagación de la fuga, hay que temer las graves consecuencias para la salud que podría ocasionar la nube de contaminantes. En conferencia, la ministra cubana de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez Montoya, confirmó que miles de partículas tóxicas han caído en forma de lluvia en las provincias de La Habana, Matanzas y Mayabeque.

Aumenten los cortes de electricidad

Como resultado del proyecto para generar 78.000 metros cúbicos de combustible, ya opera la Termoeléctrica ‘Antonio Guiteras’, que da servicio a gran parte del país. Los cortes de electricidad, que se experimentan en la Isla desde hace tres meses debido a la crisis energética, han empeorado.

Después de casi doce horas sin corriente, la madrugada del martes los habitantes del poblado Alcides Pino, en la provincia de Holguín, salió a protestar pacíficamente. Además de servicio eléctrico exigido, gritaban “abajo Díaz-Canel” y “abajo la dictadura”. Medios independientes informan que fueron disueltos por la policía y brigadas de tropas especiales.

También se ha evidenciado la dificultad del régimen para atender a los heridos. Aunque las funciones de salud alegan tener todas las condiciones necesarias, en las redes sociales trascienden imágenes de las precarias condiciones de los hospitales, en una de ellas se observó a un sanitario echándole con un carton à un paciente quemado.