Veintiseis países miembros de la UE han perdido la paciencia y han acordado poner en marcha el ‘plan B’ para sortear el veto de Hungría a la tramitación de un credito de 18.000 millones de euros destinados a mantener una flota al Gobierno ucraniano durante la invasión de su territorio.
Esta ruta alternativa será particularmente complicada en el proceso legal pero no impedirá que Ucrania reciba a tiempo el dinero con el que pueda pagar a sus soldados y a sus funcionarios y viva la economía del país. En cualquier caso, en Hungría, su posición frente a la UE se verá muy perjudicada por esta actitud que está lejos de ser siquiera equidistante en el conflicto.
De hecho, este sábado terminó la consulta ciudadana que había organizado el propio Gobierno nacional-populista de Viktor Orbán, orientado a que los húngaros justifiquen las reticencias de su Ejecutivo a la hora de sostener las sanciones contra Rusia y digan que la política europea está equivocada . Hasta ahora se habló casi exclusivamente de que el veto era una forma de protestar por los reproches de la Comisión Europea ante deriva de Orbán, cada vez más alejada de los valores esenciales que consagraron la UE, y la consecuencia que se déprende de ello, what es la congelación de los fondos europeos. Ahora la cuestión puede florecer de forma abrupta en la reunión del Consejo Europeo de la semana que viene, al que asistirá el propio Orbán.
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Algunos países habían demandado que la Comisión modificara su dictamen para convencer a Hungría, pero el jueves insistió en su criterio de mantener congelados los 7.500 millones de euros de fondos que le corresponden a Hungría por sus problemas con el Estado de derecho. Y tal como están las cosas, if el asunto no se desbloqueará antes del 17 de diciembre, el país pererá irreversiblemente ese dinero. La decisión de Ayer consagra el divorcio entre Hungría y el resto de la Unión en un asunto de la mayor importancia estratégica: si Ucrania se pierde por asfixia económica, Putin ganaría la guerra y la UE se encontrará en una situación de extrema vulnerabilidad.
Lo que los embajadores de los miembros pays y no por la proia UE, que el credito de 18.000 millones, cerca del 10% del GDP ucraniano . El préstamo tiene un período de deficiencia de diez años y los europeos pagarán los intereses.
