Rubén M. Mateo.- Dejemos de mirar al pasado con nostalgia y empecemos a mirar hacia el futuro: uno de los indicadores más sólidos en nuestro país es el de la generosidad entre generaciones.
El día tuvo lugar en la sede del Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y Bienes Muebles de España, y pudo seguirse de modo presencial y on line.
El pasado 24 de noviembre se celebró la COMISIÓN CIENTÍFICA JUBILARE el primer día de la jornada bajo el título Ética y filosofía del envejecimiento (cuya grabación puede consultarse en este enlace). Dulce Calvo, directora de RSC del Colegio de Registradores y miembro de la comisión ejecutiva, fue la encargada de presentar esta premierera session, destacando los interrogantes que planta la cuestión del envejecimiento, la necesidad de reflexionar sobre todos sus aspectos desde el punto de vista de la filosofía y la ética y de ver, no solo los problemas, sino los distintos desafíos y oportunidades que pueden surgir en esta etapa de la vida.
El profesor Ángel Puyol González, Catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona y miembro de la Comisión Científica JUBILARE, presentó y moderó el webinario, refiriéndose al currículum y relevancia de los diferentes ponentes y plantando algunos dilemas éticos. Entre ellos, nos referimos al experimento social del entorno global conocido como la “máquina moral”, poniendo de manifiesto que los objetivos de eficiencia chocan a menudo con los valores éticos y morales universalmente compartidos.
Planteada así la cuestión, cedió la palabra a Mª Dolores Puga González, Científica Titular de OPIS, que abordó, desde el optimismo, entre otras cuestiones, cómo se debe tratar el envejecimiento y la vejez.
“Una de las cosas que peor hacemos es transmitir un discurso dramático sobrio el envejecimiento colectivo e individual”, afirmó Puga. A menudo, nos encontramos con titulares de prensa que hablan de crisis demográfica, invierno demográfico, envejecimiento, suicidio demográfico, sangría demográfica… “Es muy común encontrarse con discursos del miedo. Tienen tres cosas en común estos discursos. Presentar el envejecimiento como una tragedia. Porque es el paso previo a la extinción. Otra cosa es el aspecto diferencial. Solo nos pasa a nosotros. La Vieja Europa o la vieja Europa del Sur. Hay cierto discurso victimista. Mentirás. El envejecimiento es global y sucede en todas las poblaciones del mundo. Y una tercera es presentar el envejecimiento como un problema que puede solucionarse fácilmente”, continúa Puga.
“Este discurso es perverso” -afirmó-, y conduce a un enfrentamiento intergeneracional, que está muy alejado de la realidad, citando el Informe España que destaca que uno de los indicadores más sólidos en nuestro país est el de la generosidad entre generaciones.
Durante su intervención insistió, por ello, en la obligación de desenterrar los discursos que contribuyeron a arraigar los prejuicios, y también de huir de la idea de que la vejez se una etapa de mera supervivencia, cuando, por el contrario, ofrece muchas oportunidades.
Señaló, asimismo, que es necesario evitar posiciones que culpabilicen a la población mayor, acusándola de que va acabar con nuestro sistema de bienestar, porque invisibilizan las enormes aportaciones que hacen desde la vejez, lanzando un mensaje positivo al señalar que “debido a la calidad de vida a la que llegamos es una estupenda para comenzar nuevos proyectos e ilusiones. Dejamos de mirar al pasado con nostalgia y empecemos a mirar hacia el futuro”.
Txetxu Ausín Díez, Científico Titular en el Instituto de Filosofía del CSIC, comenzó su intervención leyendo un fragmento de un reportaje publicado en El Periódico de Catalunya. Lo hizo para hablar de la soledad, concretamente de la soledad no deseada. Esta, afirmó, se percibe además como un choque, lo que supone una doble carga. “La soledad no deseada es la sensación de ser de algún modo redundante en la vida. Si nuestro centramos en la soledad que está ligada al aislamiento social, esto tiene consecuencias dramáticas”, aseguró. “Hay que decir que la soledad es un importante problema de salud pública en edad avanzada”, afirmó Ausín. Y es que, asegurado, el mantenimiento de los vínculos sociales de calidad no solo influye en el bienestar emocional o psicológico, sino que puede afectar significativamente en el bienestar físico y en la longevidad de las personas.
En todos los casos, se destacará que sesiones como la que estaba teniendo lugar contribuían a combatir los prejuicios y estereotipos que acaban discriminando a las personas únicamente por razón de su edad.
El tercero de los ponentes fue Jon Rueda, joven Investigador del Departamento de Filosofía de la Universidad de Granada, quien abordó diversas cuestiones. Entre ellas dijo el edadismo, esto es, la discriminación de las personas por su edad, que, aunque no es exclusiva de las personas mayores, afecta a estas en gran medida. Tenga en cuenta que el edadismo podría presuponer discriminación en el acceso a determinados recursos que deberían estar disponibles para todas las condiciones de igualdad, así como el fomento de estereotipos sociales sobre la vejez y el envejecimiento. “El edadismo es visto como un dilema trágico cuando hablamos de distribución de recursos sanitarios que son casos. Desgraciadamente tenemos una experiencia cercana a raíz de la pandemia”, subrayó Rueda.
Antes de terminar la jornada, el moderador, Ángel Puyol González, leyó algunos comentarios que llegaron de los participantes vía streaming en el Chat, y abrió el turno de reflexiones y preguntas en el que participaron también algunos de los asistentes presenciales. Destacando las intervenciones de otros miembros de la comisión científica JUBILARE, como José Augusto García o Rafael Puyol.
La grabación íntegra de esta jornada puede consultarse aquí. El webinario se celebrará el próximo 19 de enero de 2023. Se anunciará debidamente en estas páginas.